PRODUCTORES QUE NO NECESITAN LA LUZ

En ecología denominamos productores a los organismos autótrofos, debido a su capacidad de transformar la materia inorgánica en materia orgánica. Reciben este nombre porque producen para ellas mismas y para el resto de los organismos de la cadena trófica (consumidores y descomponedores, todos ellos heterótrofos) la materia orgánica necesaria para construir estructuras u obtener energía para la realización de las funciones vitales.

Para llevar a cabo esta transformación es necesario el aporte de energía. La inmensa mayoría de los productores (sobre un 99 %) la obtienen del espectro visible de la radiación solar mediante el proceso de la fotosíntesis.

En las chimeneas hidrotermales existen productores autótrofos que no necesitan la luz del sol
Chimenea hidrotermal activa. NOAA Ocean Explorer

Sin embargo, existen productores en ecosistemas totalmente oscuros como los fondos marinos o el interior de las cuevas. En este caso, obtienen la energía mediante reacciones de oxidación de compuestos inorgánicos (como CH4, NH3 o H2S) en un proceso denominado quimiosintesis. Los organismos quimiosintéticos son bacterias y están presentes en muchos ambientes. En torno a las chimeneas hidrotermales o humeros presentes en las dorsales oceánicas, pueden sustentar redes tróficas completas que incluyen animales como cangrejos, bivalvos, gusanos tubícolas y peces. Estos fenómenos volcánicos proporcionan los compuestos inorgánicos necesarios para la quimiosíntesis que están disueltos en las aguas termales que emiten.

La existencia de ecosistemas basados en productores quimiosintéticos de las chimeneas hidrotermales de los fondos oceánicos ha llevado a parte de la comunidad científica a proponer estos lugares como uno de los posibles escenarios del origen de la vida en la Tierra.

Para añadir otro fenómeno singular a estas zonas de la superficie terrestre, se han encontrado en este mismo ambiente, en una región a 2000 metros de profundidad del Océano Pacífico al Sur de México, organismos fotosintéticos con pigmentos capaces de captar la débil radiación infrarroja emitida por el calor del respiradero. Sería un caso único de fotosíntesis que, en vez de captar la luz solar (que no llega a esas profundidades), lo que hace es absorber radiación cuyo origen es el calor interno terrestre.

La temperatura de las emanaciones de los humeros es de alrededor de 400 ºC, lo que hace que se emita una muy débil radiación de 750 nm de longitud de onda. Es precisamente esa radiación geotérmica, correspondiente al infrarrojo cercano, la que captan los pigmentos fotosintéticos de esta recién descubierta bacteria verde del azufre que se ha bautizado como GSB1.

Este descubrimiento abre la posibilidad de encontrar organismos parecidos en fumarolas similares que pudiesen existir en los mares cubiertos de hielo presentes en los satélites Encelado de Saturno y Europa de Júpiter. Esto permitiría comprobar si la vida es algo habitual en el universo o, en cambio, es algo extremadamente raro.

Espectros de absorción (línea continua) y emisión de fluorescencia (línea discontinua) de células intactas GSB1. El eje vertical proporciona absorbancia / fluorescencia (unidades arbitrarias) y el eje horizontal proporciona longitudes de onda en nanómetrosJ. Thomas Beatty et al.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Ir arriba