LA FORMACIÓN DE LAS MARMITAS DE GIGANTE
En el lecho de roca dura de algunos ríos en su curso alto, se pueden apreciar unas excavaciones circulares de cierta profundidad que se denominan marmitas de gigante. Este nombre se debe a la geometría redondeada de estas formaciones, parecida a la de esas ollas de metal denominadas marmitas, y a sus dimensiones bastante superiores al habitual de estos utensilios (generalmente suele ser de un par de metros de diámetro).
Estas formaciones se originan por la acción geológica de las corrientes de agua, especialmente durante las grandes avenidas, cuando los fragmentos de roca que arrastran quedan atrapados en algún hueco del lecho al formar remolinos. Estos detritos golpean y pulen las paredes del hueco para paulatinamente ir haciéndolo más profundo y con esa superficie lisa y redondeada tan característica.
La acción continua de la corriente de agua (flechas rojas) profundiza las pozas gracias a los clastos que transporta. Este efecto se potencia cuando se incrementa el caudal a causa de grandes lluvias o el deshielo, lo que incrementa el ámbito de esta acción (flechas azules).
El lecho donde aparecen las marmitas de gigante debe estar formado por rocas competentes (resistentes a la erosión, como caliza, granito o arenisca), al igual que los fragmentos que arrastra el río. El hecho de que sean más frecuentes en los cursos altos es que en las zonas montañosas, a causa del desnivel, la velocidad de la corriente es mayor y, por tanto, la energía para arrastrar los fragmentos y generar estas formaciones.
Las pozas de San Martín son una sucesión de marmitas de gigante que el río Sieste ha formado sobre la roca caliza por la que discurre su cauce.
Se accede mediante un paseo de 10 minutos a pie desde un aparcamiento situado a aproximadamente 8 km de Boltaña.
Información sobre el acceso en este enlace: